La dulce Revolución Verde
La preocupación sobre la situación ecológica del planeta ha dejado de ser un tema secundario en el debate público y en la agenda política.
El segundo aspecto clave es la evolución que ha vivido el activismo ecologista. Los imprescindibles movimientos de los años 80 han abierto la puerta a la nueva ecología política del siglo XXI. A este nuevo escenario han sido invitado actores con perfiles renovados y intereses diversos que enriquecen el debate y abren el abanico de su ámbito temático. Las propuestas actuales superan el No a las nucleares y se disponen a proponer alternativas realistas con claros beneficios sociales, ecológicos y también económicos. Sí, se habla de energía (renovable) y medio-ambiente pero también se tratan aspectos económicos como el decrecimiento, los sistemas monetarios alternativos o la economía colaborativa. Se abordan temas como la soberanía alimentaria, la producción de proximidad, el slow movement. Todo ello sin olvidar el necesario saneamiento político que pide más democracia participativa, y la ya vergonzosa necesidad de superar una prehistórica Sociedad Patriarcal.
Partidos que representan la ecología política como EQUO en España y el Grupo Verde Europeo a nivel continental tienen la obligación de liderar esta revolución. Para ello no debemos contentarnos con agradecer las simpatías generadas. Debemos dar un paso definitivo para activar una imprescindible transformación social. Una revolución que como apunta Florent Marsellesi se caracteriza por su #TernuraySubersión y que desde mi punto de vista será dulce porque no puede amargar a nadie.
Ánimos a Rosa Martínez a Florent Marsellesi y a todo su equipo en su proyecto de renovación @Equo2p0